En su audición de hoy en AM24 el Presidente Mujica aclaró los alcances de su propuesta de elevar la tributación a las grandes propiedades rurales.El Presidente comenzó por recordar que en ocasión de su visita a Nueva Zelanda, siendo ministro, le llamó la atención el hecho de que las espléndidas carreteras rurales de aquel país se veían interrumpidas por tramos en evidente mal estado. Se debía a que los propietarios de los predios por los que pasaba esa parte del camino estaban atrasados en sus compromisos fiscales, y por lo tanto el Estado no se hacía cargo de repararles la caminería. Mujica observó que semejante comportamiento sería intolerable en nuestro país, y puso otros ejemplos de cómo los neozelandeses están dispuestos a hacerse cargo de ciertos costos para que el país incremente su prestigio internacional y eso redunde en beneficios para todos.Luego de esa introducción, el Presidente abordó el tema que ha estado en el candelero en las últimas horas, y que tiene que ver con el aumento de los impuestos a las grandes propiedades rurales. Mujica observó que en los últimos años el país ha experimentado un enorme crecimiento productivo, y que eso ha traído aparejada una severa crisis de la infraestructura. Más madera, más grano que hay que transportar y que significan más camiones pesados en las rutas. Una producción mayor que supuso un mayor consumo de fertilizantes y de petróleo; el aumento en la construcción de silos, galpones, talleres, maquinaria e insumos diversos que tienen por un lado la cara positiva del crecimiento y por otro la necesidad de incrementar los gastos en reparación de caminos y carreteras, construcción de puentes, recuperación del ferrocarril, ampliación de los puertos. Se trata, dijo, de una crisis del crecimiento.Y como ese crecimiento se produjo, especialmente, en los sectores vinculados al agro, la Presidencia entiende que es justo que el incremento de los costos de infraestructura se traslade, en una pequeña proporción a esos mismos sectores.No sería justo, dijo Mujica, trasladar a las ciudades, a los pobladores urbanos, los costos que devienen del mayor desgaste de los caminos y las carreteras rurales. No sería justo, además, porque la tierra multiplicó explosivamente su valor, y el Uruguay se caracteriza por ser un país de baja tributación.Los países con más baja tributación son los que tienen peores situaciones en la sociedad, observó, mientras que los países nórdicos, en los que se pagan enormes tributos, tienen más posibilidades de devolver esos dineros en forma de beneficios para la sociedad. Pero aclaró que no quería decir que pagar más impuestos nos va a hacer vivir mejor. Insistió en que se trata apenas de aumentar “3 o 4 dólares por hectárea” lo que están pagando al fisco las grandes propiedades, de más de dos mil o 2.500 hectáreas.El Presidente se refirió también a la necesidad de que el Estado se asocie con privados para poder llegar en tiempo y forma a responder a las necesidades imperiosas de infraestructura. Se trata de necesidades “objetivas”, dijo, e insistió en que son los propietarios de grades campos los que deben ayudar a sustentar esos costos, porque son también los que han tenido que ver en que se hayan incrementado las necesidades.El mensaje del Presidente incluyó también referencias a medios de transporte de carga alternativos a los grandes camiones (ferrocarril, navegación de cabotaje), y aclaró que no es partidario de las detracciones productivas.También señaló que no quería “hablar de la energía, hablar del agua y de otras cosas”. Tampoco adelantó su posición respecto a la concentración de la tierra ni a la propiedad en manos de extranjeros. Por el contrario, observó que el Uruguay es un país de inmigrantes y que debemos recibir con entusiasmo a los extranjeros que llegan al país.Mujica señaló que habla ahora del tema porque estos temas deben ser resueltos “antes de la primavera”, para que los arrendadores ya sepan a qué atenerse. Y aclaró que todo se hará en acuerdo con las carteras involucradas y que será de conocimiento de la población y del Parlamento.“Sabemos por experiencia que en este país nadie quiere pagar impuestos, pero todos reclaman resultados, afirmó. Pero los resultados no caen “de los cielos”, sino que dependen del bolsillo de la gente.Finalmente avisó que estaba a punto de partir hacia Rivera, donde se está reparando un tramo del ferrocarril que llega hasta la ciudad. “Queremos que se arranque en el litoral”, agregó. Pero los altos costos hacen que sea necesario contar con más herramientas para hacerles frente, y entre ellas están el aumento en los tributos de los grandes propietarios (que son los grandes beneficiarios del desarrollo) y las asociaciones con empresas sujetas al derecho privado.Mujica fue terminante en relación al hecho de que la idea de instrumentar estos cambios es de Presidencia, pero que todo se hará en conjunto con los ministros de los sectores involucrados (Economía; Agricultura y Pesca y Transportes y Obras Públicas), y con la participación de la ciudadanía y los legisladores.
Nenhum comentário:
Postar um comentário